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En los últimos meses Emiratos Árabes Unidos (EAU) ha cobrado relevancia en América del Sur, anunciando negociaciones de acuerdos comerciales con Chile, Colombia, Ecuador, Mercosur y Perú -a lo que se suma Costa Rica en América Central. Emiratos, además se ha posicionado como inversor y prestamista en varios países de la región. Estos instrumentos consolidan un vínculo que comenzó a cobrar fuerzas a inicio del siglo XXI, tras décadas de relaciones de baja intensidad. En este trabajo analizamos el contexto en el que se da este giro en las relaciones entre la región del Golfo y los países latinoamericanos, y examinamos las características y alcances del vínculo económico-comercial reciente. Abordamos, asimismo, los aspectos salientes de los instrumentos de libre comercio acordados y en negociación entre Emiratos Árabes Unidos y los distintos países de la región. El notorio interés en este espacio sugiere una decisión por explotar la potencial complementariedad económica entre ambas zonas , que comienza a plasmarse a través de estos nuevos instrumentos.
Emiratos Árabes Unidos es una federación, compuesta por siete emiratos, entre ellos Abu Dhabi y Dubai, que posee costas sobre el Golfo Arábigo. Este rico país, cuyo fondo soberano, Abu Dhabi Investment Authority, es uno de los más importantes a nivel internacional, se posiciona como el quinto país con mayores reservas probadas de crudo de la OPEP (OPEC, 2023). Asimismo, es el sexto país con mayores reservas probadas a nivel global (ADNOC, 2024a) y el séptimo en virtud de sus reservas de gas natural (ADNOC, 2024b). Como correlato, la explotación de estos recursos ha redundado en el crecimiento económico exponencial que este Estado ha alcanzado en las últimas décadas, convirtiéndose en uno de los países con mayor PBI per cápita a nivel internacional.
Ahora bien, atendiendo al carácter finito y no renovable del gas y del petróleo, a que tanto el precio como la demanda de los hidrocarburos fluctúa considerablemente, así como también al impacto medioambiental que de su explotación deriva, ya desde la década del noventa EAU viene impulsando una política de diversificación económica. En el plan denominado “Visión 2021” el gobierno emiratí se fijó el objetivo de que la contribución de los sectores no petroleros al PBI alcanzara el 80% (Seric, Siong Tong, 2019). Mientras que, la estrategia de desarrollo a largo plazo que lo precede, “Centenario de los EAU 2071”, lanzada en 2020, reafirma como meta la diversificación económica, a la par que propone la transformación de los EAU en una economía basada en el conocimiento, mediante el incremento de la productividad, la innovación, la mejora de la competitividad de las empresas nacionales y la inversión en sectores tecnológicos (Sitio web del gobierno de Emiratos Árabes, 2024).
De cualquier manera, pese a los esfuerzos realizados, a la fecha, los hidrocarburos aún representan alrededor del 30% del PIB de los EAU, el 41% de los ingresos públicos y el 26% de las exportaciones, excluidas las reexportaciones (WT, 2022). Sin embargo, incluso reconociendo que todavía resta un largo camino por recorrer, es menester destacar que, es precisamente gracias a los esfuerzos realizados en pos de la diversificación de la economía que Emiratos ha logrado convertirse en un importante centro económico, comercial y financiero, por ende, en un atractivo polo de negocios internacionales. Asimismo, en un hub logístico y centro de reexportaciones.
En efecto, la adquisición de puertos y el desarrollo de proyectos de infraestructura a gran escala canalizados a través de DP World le han permitido a Emiratos erigirse como un socio vital en las cadenas de suministro y el comercio marítimo que transcurre por el Mar Rojo y el Golfo de Adén, a su vez, como un actor de relevancia en la ruta comercial del Océano Índico Occidental. A partir de sus inversiones en infraestructura y empresas de propiedad estatal Emiratos ha devenido en lo que Henderson (2015) define como un “estado nexo” en la economía global, que apuesta a conectar Oriente y Occidente.
En lo que hace el vínculo de Emiratos Árabes con América Latina, cabe destacar que, si bien estos actores no son socios tradicionales, sino que, por el contrario, los vínculos bilaterales históricamente han sido acotados, los mismos comenzaron a florecer, hace ya algunas décadas, traccionados fundamentalmente por intereses económicos-comerciales.
Un hito en la historia de la aproximación entre este conjunto de actores viene dado por las Cumbres América del Sur – Países Árabes (ASPA), impulsadas por el presidente de Brasil, Ignacio Lula Da Silva. Estos encuentros, que tuvieron lugar entre 2005 y 2015, permitieron vincular dos espacios geográficos distantes y diversos pero que comparten desafíos semejantes en cuanto a su desarrollo y su participación en el sistema global (Vagni, 2009). Fruto de la participación en este espacio de intercambio el compromiso de Emiratos Árabes Unidos con América Latinase ha ampliado. Lo que se relaciona precisamente con los ya referidos esfuerzos en pos de la diversificación económica, que se han acelerado en los últimos años, motivando a EAU a buscar un mayor desarrollo del comercio internacional, inversiones y oportunidades estratégicas (Mason, 2023). Todavía más, para abonar a la comprensión de esta dinámica, también pueden referirse los acontecimientos que siguieron a la caída de los precios del petróleo desde 2014 los cuales han redundado en que los Estados del Golfo asignen aún mayor importancia no sólo a la diversificación de sus economías sino también a la búsqueda de nuevos socios.
Dicho esto, entre los indicadores que dan cuenta del acercamiento de Emiratos con los actores latinoamericanos puede mencionarse la apertura de sedes diplomáticas. En 2008 Emiratos abrió su embajada en Argentina, en 2010 en México, en 2011 en Chile, en 2013 en Colombia, en 2015 en Cuba, en 2016 en Perú y en 2018 en Costa Rica. En tanto, la apertura de la sede diplomática emiratí en Brasil data de principios de la década del noventa.
Asimismo, a la hora de indagar en la referida aproximación tampoco puede pasarse por alto la multiplicación de visitas y contactos de alto nivel entre representantes del país del Golfo y sus pares en la región, incluso, la firma de acuerdos entre las partes en las más diversas áreas, incluidas las negociaciones de acuerdos de libre comercio de los últimos tiempos.
Sin ánimos de ser exhaustivos, ya en octubre de 2009, el ministro de Relaciones Exteriores emiratí Sheikh Abdullah bin Zayed Al Nahyan, realizó una extensa gira por América Latina que lo llevó a República Dominicana, Panamá, Nicaragua, Cuba, México, Argentina, Uruguay, Chile, Ecuador, Perú, Colombia y Brasil. En 2014, el vicepresidente y primer ministro de EAU, Sheikh Mohammed bin Rashid Al Maktoum, visitó México, Brasil, Argentina y Chile. Por otra parte, el ministro de Relaciones Exteriores emiratí regresó a la región en 2015 para visitar Uruguay, Perú y Paraguay. Mientras que, en 2016, desembarcó en Ecuador y Colombia. Más recientemente, en junio de 2023, una delegación de alto nivel encabezada por Reem Ebrahim Al Hashimy, secretaria de Estado de Cooperación Internacional de los EAU, visitó Costa Rica, Colombia, Argentina, Paraguay, Brasil y Venezuela. En una gira que, por otra parte, condujo a la firma de varios acuerdos, entre ellos un memorando de entendimiento sobre cooperación para la promoción del comercio, la inversión y el intercambio de tecnología en materia de seguridad alimentaria, y un acuerdo de cooperación técnica durante su paso por Argentina.
El estrechamiento de vínculos político-diplomáticos ha resultado un paso crucial para que EAU haya podido iniciar un acercamiento con las naciones latinoamericanas en materia económico-comercial. Se destaca el trabajo de las cámaras empresariales emiratíes que han incrementado su presencia en la región. Tal es así que, en 2017, la Cámara de Comercio de EAU condujo una misión comercial a Brasil, Paraguay, Argentina y Colombia, entre otros países latinoamericanos. Mientras que la Cámara de Comercio de Dubai ha abierto cuatro oficinas de representación en toda América Latina, que identifican nuevas oportunidades de negocios para sus miembros, tres de las cuales se encuentran afincadas en Sudamérica, más específicamente en Argentina, Brasil y México. En otro orden, el establecimiento de vuelos directos y la mejora de la conectividad aérea resulta otro de los indicadores que expone el paulatino crecimiento de los vínculos bilaterales
Pese a la aproximación que estos actores vienen protagonizando, es importante mencionar que el volumen de comercio entre el Golfo y América Latinaes aún bajo (Estrazulas, Bebczuk, 2019). La región en su conjunto representa apenas el 0,4% de las exportaciones de Emiratos, y el 2,3% de sus importaciones. Emiratos tampoco es un socio relevante para el comercio exterior de los países de América Latina. Debe notarse, sin embargo, el potencial de complementariedad de Mercados entre Emiratos y latinoamérica. Los países que componen este espacio están en condiciones de ofrecerle a EAU alimentos, carnes, aceites, cereales y oleaginosas, así como tecnología. Por su parte, la política comercial de EAU tiene como meta diversificar la economía hacia industrias basadas en el conocimiento y la innovación, en paralelo a la búsqueda fortalecer la competitividad en los mercados externos y profundizar las relaciones comerciales internacionales (WT, 2022). De allí que se detectan oportunidades para que países tales como la Argentina puedan exportar servicios basados en el conocimiento, desde tecnologías de punta de manejo agrícola y biotecnología para el desarrollo de semillas de cultivos resistentes al estrés hídrico y al desarrollo ganadero, hasta tecnologías aeroespaciales, satelitales, aeronáuticas.
Fuente: Elaboración propia en base a datos de International Trade Centre (2024)
Fuente: Elaboración propia en base a datos de International Trade Centre (2024)
Fuente: Elaboración propia en base a datos de International Trade Centre (2024)
Fuente: Elaboración propia en base a datos de International Trade Centre (2024)
En materia de inversiones, señalamos que a raíz del acercamiento entre las regiones, entre 2016 y 2021, EAU lideró los esfuerzos de inversión de las monarquías del Golfo -léase: Arabia Saudita, Bahréin, EAU, Kuwait, Qatar y Omán- en América Latina, con un 77% de las inversiones totales de la región (Emirates News Agency, 2022). Siendo Brasil el principal socio comercial de los EAU en el ámbito sudamericano. Por su parte, México se destaca como otro socio de relevancia en la zona, al erigirse EAU como su mayor socio comercial entre las naciones árabes y africanas (Inversiones y Negocios, 2024). En este sentido, cabe agregar que más de la mitad de las citadas inversiones se destinaron hacia sectores tales como: logística, distribución y transporte, liderando las mismas la empresa emiratí DP World.
Por otro lado, la inversión extranjera directa (IED) de América Latina en las monarquías del Golfo no alcanzó 500 millones de dólares entre 2017 y 2021, una cifra comparativamente baja en relación con otras regiones. Destacándose, una vez más, Brasil como socio clave, al ser responsable de aproximadamente el 85% de la inversión total (Inversiones y Negocios, 2024).
La política comercial externa de Emiratos se alinea con el objetivo de diversificar la economía hacia industrias basadas en el conocimiento y la innovación, así como reforzar la competitividad externa y desarrollar las relaciones comerciales internacionales (OMC 2022). Las negociaciones comerciales y la política arancelaria emiratí se enmarcan en la pertenencia de este país al Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) y de la Zona Panárabe de Libre Comercio.
Como miembro del CCG, EAU aplica un Arancel Exterior Común (AEC), dentro del cual de las 7.585 líneas arancelarias existentes, la gran mayoría (el 87,6%) está sujeta a un tipo del 5%, y otro 11,2% está libre de derechos. (OMC 2022). Para 2024 el arancel aplicado NMF de Emiratos se ubica en 4,7%, con una tarifa levemente mayor para productos agrícolas (5,4%) (OMC 2024)
Según dispone el Acuerdo Económico de 2001, los Estados miembros del CCG negocian colectivamente los acuerdos comerciales y económicos con terceros. El CCG como grupo tiene pocos acuerdos de libre comercio, destacándose un tratado con Singapur y otro con la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA, por sus siglas en inglés). Emiratos tiene, además, un acuerdo bilateral con Marruecos que antecede a estos otros instrumentos.
Los dos acuerdos firmados junto al CCG siguen la estructura tradicional de acuerdos comerciales. El Acuerdo de Libre Comercio entre Singapur y el CCG, en vigor desde 2013, incluye comercio de mercancías, los procedimientos aduaneros, las normas de origen, las normas y reglamentos técnicos, el comercio de servicios, la contratación pública, la propiedad intelectual, el comercio electrónico, el movimiento de personas físicas y la solución de diferencias. El acuerdo con EFTA, de Julio 2014, tiene una cobertura menor, concentrando en el comercio de mercancías, el comercio de servicios, la contratación pública, la política de competencia y la solución de diferencias. En este acuerdo, sin embargo, temas considerados “profundos”, como los derechos de propiedad intelectual y la inversión, se reservaron para negociaciones posteriores (OMC 2022).
Al centrar la mayor parte de sus exportaciones en productos petroleros, el acceso a mercados no había sido una prioridad. El cambio en la estrategia Emiratí se observa cuando comienza a ponerse el acento en la diversificación económica. Desde septiembre de 2021, Emiratos lanzó una nueva estrategia de negociaciones bilaterales, anclada en sus renovados objetivos de política económica exterior. Primeramente se destacan ocho países (entre ellos la República de Corea, la India, el Reino Unido y Turquía), bajo la figura de Acuerdos Comprensivos de Asociación Económica (Comprehensive Economic Partnership Agreements, CEPAs). Es en esta línea de acción en la que se insertan las recientes negociaciones con América Latina
En poco tiempo América Latina se convirtió en un destino clave para la estrategia de expansión de acuerdos comerciales de Emiratos. En tan solo cinco años se abrieron negociaciones comerciales con nueve economías latinoamericanas, mediante seis nuevos “CEPAs”. Colombia, Costa Rica, Chile, Perú, Mercosur y Ecuador fueron las contrapartes de EAU. De estos, tres acuerdos han sido recientemente concluidos. A la vez, y como notamos anteriormente, los vínculos comerciales fueron ganando relevancia en la mayor parte de los destinos estudiados.
País |
variación acumulada de las exportaciones 2019-2022 |
variación acumulada delas importaciones 2019-2022 |
Argentina |
51.85% |
31.95% |
Brasil |
35.12% |
389.86% |
Chile |
10.86% |
69.70% |
Colombia |
159.81% |
-37.22% |
Costa Rica |
111.95% |
21.09% |
Ecuador |
259.49% |
210.69% |
Paraguay |
3.13% |
133.78% |
Perú |
-29.72% |
44.57% |
Uruguay |
38.02% |
-63.36% |
Fuente: Elaboración propia en base a International Trade Centre (2024)
Se analizan a continuación los componentes centrales de los acuerdos negociados o en negociación.
Con Chile las tratativas iniciaron tempranamente. Chile es, cabe recordar, el país de América Latina con mayor cantidad de acuerdos comerciales firmados y tiene, en consonancia, una vasta experiencia en esta práctica de negociaciones. En febrero de 2021 se firmó el primer Memorándum de Entendimiento para analizar factibilidad para un futuro Tratado de Libre Comercio entre Chile y el Consejo de Cooperación del Golfo y, a la vez, Chile y Emiratos Árabes Unidos anunciaron el inicio de las negociaciones para un Acuerdo Integral de Asociación Económica para fortalecer las relaciones bilaterales de comercio e inversión existentes.
En 2023 comenzaron las negociaciones formales y en el transcurso de un año pudo concluirse el acuerdo, anunciándose en abril de 2024. El Acuerdo consta de 21 capítulos, comprendiendo las regulaciones tradicionales relativas a Comercio de Bienes, Compras Públicas, Comercio de Servicios, Propiedad Intelectual, Obstáculos técnico al Comercio, Medidas Sanitarias y Fitosanitarias, e incorporando regulaciones más profundas y de nueva generación. Se destaca la inclusión de capítulos de comercio digital y de servicios; comercio y empoderamiento económico de las mujeres -tema en el cual Chile ha sido pionero-; pequeñas y medianas empresas y cadenas globales de valor. El acuerdo incluye también un capítulo de cooperación económica que incluye materias relativas a medio ambiente, asuntos laborales y vinculaciones entre asociaciones gremiales. Se trata en suma de un acuerdo profundo, con algunas innovaciones regulatorias que se condicen con la tradición de la contraparte, en este caso, chilena.
En abril de 2024 Colombia y Emiratos Árabes firmaron un Acuerdo Integral de Asociación Económica, luego de dos años de negociaciones. El acuerdo consta de 19 capítulos, siendo un acuerdo profundo que incluye compromisos OMCx y OMC+, semejante al caso chileno. Se incluye comercio de mercancías, reglas de origen, procedimientos aduaneros y facilitación al comercio, medidas sanitarias y fitosanitarias, obstáculos técnicos al comercio, medidas comerciales correctivas, contratación pública, inversión, comercio de servicios, comercio digital, pequeñas y medianas empresa, cooperación económica, turismo responsable -pieza singular de este tratado- y comercio y medio ambiente. Tiene además las disposiciones institucionales de administración del acuerdo, incluido el mecanismo para la solución de controversias, así como las excepciones.
Con Costa Rica se firmó un acuerdo en abril de 2024. Las negociaciones se habían lanzado en marzo de 2023 y, en pocas rondas, se concluyeron las negociaciones. El tratado tiene 18 capítulos en los que se incluyen: comercio de mercancías, reglas de origen y procedimientos aduaneros, medidas sanitarias y fitosanitarias, obstáculos técnicos al comercio, medidas comerciales correctivas. Se incluye un capítulo específico de inversión y otro dedicado a comercio de servicios. Tiene el acuerdo, al igual que con Colombia y Chile, un apartado para Comercio Digital. Además se incluye la Contratación Pública, Propiedad Intelectual, Pequeñas y Medianas empresas y Cooperación Económica. En este caso no se incluye ningún capítulo singular del caso, como género (Chile) o turismo sostenible (Colombia).
Con Mercosur las tratativas se iniciaron en 2022. En 2024, MERCOSUR y Emiratos Árabes Unidos comenzaron las conversaciones para negociar y firmar un acuerdo comercial. La primera ronda se desarrolló en el mes de julio, estableciéndose allí los pilares iniciales del tratado. Años atrás, Mercosur había iniciado consultas para establecer un acuerdo con el Consejo de Cooperación del Golfo, pero estas no prosperaron más allá de los diálogos iniciales lanzados en 2005.
Las negociaciones en curso han abarcado en su primera ronda cuestiones relativas a acceso a mercados de bienes, reglas de origen, medidas sanitarias y fitosanitarias, y obstáculos técnicos al comercio. Estas negociaciones se embarcan en un reimpulso de la agenda externa del Mercosur, que recientemente ha concluido un acuerdo con Singapur.
En febrero de 2024, en ocasión de la Conferencia Ministerial de la OMC, Perú y Emiratos Árabes acordaron iniciar negociaciones para el establecimiento de un acuerdo comercial, en el marco de la 13º Conferencia Ministerial de la OMC. Hasta la fecha no se han desarrollado rondas de negociación informadas públicamente, ni se han conocido mayores detalles del acuerdo pretendido.
Al igual que en el caso de Perú, en febrero de 2024, Ecuador y Emiratos Árabes Unidos acordaron iniciar negociaciones de un Acuerdo Comercial en el marco de la Conferencia Ministerial de la OMC. En abril de 2024, se produjo un segundo hito en el vínculo con la visita oficial del ministro Al Zeyoudi, junto a una misión comercial emiratí de alto nivel, comercio de bienes y servicios, inversiones y cooperación económica. En esa ocasión los mandatarios de ambos países suscribieron una declaración conjunta respecto a la intención de negociar un acuerdo comercial integral entre ambas naciones que permita aumentar el volumen del comercio bilateral y las inversiones.
Así, Emiratos agrega un sexto frente en la región latinoamericana.
Si cada uno de estos acuerdos fuese una experiencia aislada, probablemente pasarían inadvertidos. Sin embargo, su convergencia e intensidad en un brevísimo período temporal dan cuenta de un fenómeno en ascenso en la geografía de las relaciones económicas internacionales. Estos instrumentos, tanto los negociados como aquellos en negociación, emiten señales notorias acerca del interés que la región de América Latina cobra en el escenario internacional. Las transformaciones globales, signadas por mayor tensión geopolítica y la consecuente fragmentación geoeconómica (Aiyar et al, 2023), tienen como correlato un incremento en la relevancia de los vínculos sur-sur. En ese marco, y considerando la estrategia emiratí de diversificar su economía y proyectarse en los mercados globales, es que destaca este importante acercamiento a la región latinoamericana. Para América Latina también se trata de una oportunidad singular para proyectarse hacia una región no tradicional, Medio Oriente, tomando este conjunto de tratados como el puntapié de una relación que se estrecha y donde existen complementariedades.
*Ornela Fabani. Doctora en Relaciones Internacionales por la Universidad Nacional de Rosario (UNR). Magíster en Integración y Cooperación Internacional por el Centro de Estudios en Relaciones Internacionales de Rosario (CERIR). Investigadora Asistente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). Coordinadora del Departamento de Medio Oriente del Instituto de Relaciones Internacionales (IRI) de la Universidad Nacional de la Plata. Miembro del Centro de Investigaciones en Política y Economía Internacional (CIPEI) y del Centro de Estudios en Relaciones Internacionales de Rosario (CERIR). Docente de la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales (UNR). Autora de artículos y capítulos de libro sobre política exterior argentina hacia la región de Medio Oriente.
**Julieta Zelicovich. Doctora en Relaciones Internacionales, por la Universidad Nacional de Rosario, y Magíster en Relaciones Comerciales Internacionales, por la Universidad Nacional de Tres de Febrero. Se desempeña en investigación, docencia y consultoría en el campo de las relaciones comerciales internacionales. En la actualidad es investigadora adjunta del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y Profesora en la Universidad Nacional de Rosario y en la Universidad de San Andrés. Es autora de diversas publicaciones en revistas científicas y libros académicos nacionales e internacionales, en temas como globalización, gobernanza del comercio internacional, política comercial externa e integración regional.