Una reciente visita al país de un grupo de trabajo de la Universidad Tsinghua, de China, ilustra sobre los efectos positivos de los intercambios de ideas, visiones y enfoques que pueden lograrse con las actividades que se desarrollen en el plano universitario.
Este grupo pertenece al Centro de Prácticas de Comercio Global, está liderado por el profesor Yu Hu y desarrolla actividades conjuntas con varios países latinoamericanos.
El grupo compuesto por 13 participantes universitarios tuvo reuniones en Buenos Aires y Ushuaia durante 8 días. Entre otras conversaciones, incluyó una con especialistas de la Universidad Nacional de Tres de Febrero (Untref) y de la Fundación ICBC. Fue ésta una reunión de dos horas realizada el 22 de este mes en el Rectorado de la Untref, orientada a intercambiar ideas e información que podrían ser útiles para la interacción económica entre los dos países y sus respectivas regiones.
En distintos planos conceptuales y metodológicos tales intercambios universitarios pueden ser muy útiles en el desarrollo del comercio exterior argentino, como también en el de los otros países participantes. Son reuniones que, bien preparadas y encaradas, permiten conocer y entender diferentes factores que pueden incidir en el intercambio de bienes, servicios y tecnologías, tanto a escala global como también regional.
Permiten, además, desarrollar relaciones y buen conocimiento entre protagonistas que pueden ser relevantes para el comercio exterior de los respectivos países y regiones.
En un primer plano, son intercambios que pueden ilustrar sobre el valor que para un país tienen las que se suelen denominar como “usinas de pensamiento orientado a las acción”. Son centros de investigación y de reflexión sobre las modalidades prácticas que inciden en el desarrollo del comercio exterior de un país. Pueden pertenecer, por ejemplo, a instituciones académicas, empresarias y también sindicales, que se concentran en cuestiones relevantes para las inversiones y las operaciones que hacen al intercambio de bienes, tecnologías y servicios, con otros países.
Un segundo plano es el de lo que puede denominarse como “relaciones internacionales poligámicas”. Refleja eso que se ha entrado en una fase de la vida internacional en la que los protagonistas pueden optar por desarrollar estrategias de diversas alianzas múltiples, limitadas y no excluyentes, y en la que pasan a ser obsoletos paradigmas, conceptos y enfoques provenientes del pasado.
Los dos mencionados son –entre otros– planos de reflexión y de acción que requieren de instituciones aptas para su desarrollo. Son por demás las que pueden desarrollarse a través de la acción conjunta de instituciones académicas y también por la acción conjunta de instituciones internacionales, tales como son en nuestra región y entre otras la Cepal y la Aladi.
Tanto las usinas de pensamiento orientado a la acción como el concepto de relaciones internacionales poligámicas pueden ser útiles para el diseño de las futuras estrategias de inserción comercial internacional de nuestro país y de otros países latinoamericanos, sea a escala global como regional o interregional.
Por ejemplo abren un espacio amplio para la acción conjunta de los países miembros del Mercosur y para los de la Alianza del Pacífico, y de América Central y el Caribe. Y también pueden tener un efecto práctico para el desarrollo de las relaciones interregionales de integración, incluyendo por cierto las que se procure concretar en el futuro con los Estados Unidos y con la Unión Europea.