Inmanencias

Muestra colectiva de los artistas Victoria Sayazo, Lucrecia Peligra y Bruno Stecconi
Curaduría de Malena Babino



Escribir con la luz

Si fotografiar es escribir con la luz, estas imágenes inventan una nueva caligrafía que amplía nuestra lectura del mundo.

En las obras de estos tres fotógrafos la luz es clave; ella regula la manera en que la imagen se pone en evidencia. Toda la realidad pareciera subordinarse a la luz y a su complemento, la sombra. Dos instancias para hacer visibles las zonas más recónditas e íntimas del espíritu, ya que, por lo general, vemos las cosas del mundo pero no advertimos aquello que las hace visibles. Y por lo general también, es la mirada del artista la que hace sensible todo aquello que constituye el mundo de lo aparente.

De ahí que podamos pensar estas obras como des-pliegues o maneras de descubrir la distancia que puede habitar el espacio entre la luz y la sombra, lo tangible y lo intangible, lo real y lo potencial.

En los desbordes de matices sensibles en los que la luz descompone las formas, cuántas posibilidades esconde el mundo tras la apariencia de lo real! Y cuántos y qué infinitos recorridos promueven estas imágenes a nuestra mirada! En éstas, son las zonas de luces y sombras las que permiten descubrir situaciones, objetos y formas apenas visibles, porque se nos ocultan, como en el juego de las escondidas, a la espera de ser develadas. Así percibimos la luz que sorprende a una planta diminuta, el aire que se filtra en la intimidad de una siesta o el agua que preludia un paisaje. Son imágenes buscadas en los pequeños rincones de la vida cotidiana, en los paisajes del alma, a donde llegamos después de haber olvidado todas las formas desvanecidas a lo largo del camino.

Por momentos pareciera que nos acercamos al intimismo de la pintura flamenca, donde también la luz inunda el espacio. Otras veces, una silueta frente al mar puede sugerirnos reminiscencias del paisaje romántico. Pero más allá de estas asociaciones peregrinas y siempre discutibles, lo que importa es la capacidad de estos tres fotógrafos de sugerir que entre ellos y el mundo hay una lente que parece acariciar los cuerpos que recorre, para establecer un vínculo emotivo con el entorno. De este modo, promueven un ejercicio de contemplación demorado, ya a través del paisaje, ya a través de un interior poblado de sombras, ya en la contemplación de un encuentro.

Llegamos así a una estética de silencios, de intenso recogimiento, donde el espectador queda habilitado a iniciar una experiencia de orden trascendente, en una atmósfera imprecisa donde todo asume la forma de la imaginación.

Más allá de las singularidades de cada uno, los tres fotógrafos convergen en puntos de encuentro que los religa, en particular el punto donde la evocación de una realidad subyaciente pareciera constituir el aspecto más atendido. Del mismo modo que la recuperación de la subjetividad supone un interés compartido.

Por otra parte, son obras que nos enseñan a “ver” sin el engaño que proyectan sobre el entorno las categorías racionales de espacio y de tiempo. Por el contrario, propician una vivencia radicalmente nueva, donde la emoción y los sentidos, inscriptos en el ámbito de “lo bello”, nos proponen una dimensión de tiempo suspendido. Del mismo modo como lo entendió Valle Inclán cuando, en su Lámpara maravillosa, pensó en una posible comprensión de lo poético e intuyó que todas las cosas al definir su belleza se despojan de la idea de tiempo.

Ante la intemperie en la que nos deja el pensamiento racional, estas obras proponen la alternativa de una nueva forma de pensar el mundo. Para ello es necesario recuperar nuestra perdida capacidad de imaginar ámbitos no evidentes y disponernos al encuentro con lo inesperado. Como Lewis Carroll se lo permitió a Alicia en el país de las maravillas. Finalmente ¿no podríamos concluir en que la experiencia estética se define por su fondo emocional?

Malena Babino - Abril de 2009

Victoria Sayago (Ciudad de Córdoba, 1980)
Directora cinematográfica por la Universidad del Cine, Buenos Aires. Actualmente termina su licenciatura con una tesis de investigación en curso. Beca del Fondo Nacional de las artes, 2008. Realizó clínica de obra con Guillermo Ueno. Seleccionada para Currículum Cero 2008, galería Ruth Benzacar y para el libro de artistas 10 años de Bola de Nieve. Su video experimental “Algo pasa en Potosí” fue incluido en diversas muestras en el país y en el exterior.

Lucrecia Seligra (Ciudad de Buenos Aires, 1980)
Egresada de la Universidad del Cine en Dirección Cinematográfica. Realizó clínicas de obra con Alberto Goldenstein, Guillermo Ueno y el artista Osvaldo Decastelli. Ha participado en muestras colectivas e individuales, entre ellas en la fotogalería del Centro Cultural Rojas y en el premio Bienal de fotografía Arte x Arte. Acaba de realizar una exposición individual en el Centro Cultural Recoleta.

Bruno Stecconi (General Roca, Río Negro, 1981)
Egresado en la Universidad del Cine en la especialidad “Iluminación y Cámara”. Actualmente finaliza una maestría en Medios y Comunicación, en la European Degree School, Suiza. Realizó clinicas de obra con Alberto Goldenstein y Guillermo Ueno y en cine experimental con Claudio Caldini, entre otros. Ha participado de muestras colectivas y de manera individual en la Bienal del Fin del Mundo, en Ushuaia en el 2007. Acaba de ser convocado por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Corea para participar en el Festival Latinoamericano de Corea 2009.