Ficción, juego y relato
Descripción
Artistas Verónica Iriarte-Lisandro Aguilera
Curaduría de Bárbara Curchmar y Florencia Tagliaferri
La presente muestra propone un diálogo entre las obras de Verónica
Iriarte y Lisandro Aguilera en las que la ficción, el juego y el relato
son los ejes centrales de sus trabajos.
Ambos artistas plantean la idea de incentivar la magia y la inocencia de
la niñez que hoy se encuentra amenazada en la sociedad actual, competitiva
y consumista. Fijan la mirada en el juego espontáneo, incierto, desacelerado,
potenciador de la imaginación, de la creatividad y de la capacidad
de aprender. Plantean también no convertir al niño en video-niño
u homo videns, aquel que creció frente a un televisor y que según
Giovanni Sartori está condenado a ser un adulto sordo de por
vida a los estímulos de la lectura y del saber transmitidos por la
cultura escrita .Esta situación se ve reflejada en la obra de
Aguilera Y dónde está el control?
El juego siempre sirvió como conductor de representaciones imaginarias
y como medio de comunicación, socialización y ámbito
de creación y desarrollo de la imaginación. En este sentido,
para Johan Huizinga el hombre es un homo ludens que al remontarse a la especial
dimensión de la imaginación, crea sus propios mundos con sus
propias reglas.
Verónica Iriarte utiliza como lenguaje expresivo el acrílico
y el óleo sobre tela. Existe en ella un juego propio que se desarrolla
tanto en la elaboración de los colores de la paleta como también
en la ejecución de sus obras. Ella interactúa con sus muñecos,
creando situaciones ficticias, donde cada uno de éstos representa escenas
que tratan sobre las relaciones humanas. Su paleta cálida parece invitarnos
a abrirnos, a ser parte de su universo expresivo, a tener una experiencia
háptica, a identificarnos con los muñecos de peluche que, humanizados,
divertidos, asustados, comprometidos en situaciones cotidianas, son los protagonistas
de las historias que ella narra en cada una de sus obras. Por ejemplo, tanto
en El secreto como en La Conspiración los personajes
nos invitan a acercarnos a aquella historia oculta que los mantiene expectantes.
La planimetría de sus fondos nos remite a un espacio de silencio e
intimidad que nos permite ser cómplices de la situación planteada,
tal como sucede en la obra La espera.
Lisandro Aguilera, asumido deudor de Leonardo Da Vinci, utiliza el plumín
con tinta china sobre papel, como herencia de un tiempo pasado que pretende
rescatar y valorizar. La organización del espacio como eje central
de su obras deja recrear mundos ficcionales donde los protagonistas son niños
que juegan, ríen, inventan, y que en su hacer descubren interferencias
con el mundo adulto. Las imágenes monocromas encuentran excepcionalmente
objetos de color, generando contrastes en la homogeneidad cromática
como expresión de una mirada que exige reflexión. El mundo de
los adultos, de la autoridad, del límite, está representado
por la mano, fragmento del cuerpo humano, autónoma y gestual. La mano
contenedora, dispuesta a participar del ámbito infantil es la que aparece
en Navegando en la Bahía de Samborombón. Manos como
partes de un todo, un todo al que se alude sin nombrar como representación
de poder o como objeto de adoración cual Tótem de
una sociedad antropocéntrica.
Subyace en las obras de los artistas el deseo de que la infancia sea una
etapa para leer y jugar, que permita a los niños transitar y desarrollarse
en un mundo liberador de la capacidad creativa. En este sentido, las connotaciones
son diversas y la ambigüedad está presente como elemento enriquecedor
de las situaciones simuladas. Las obras no tienen una única interpretación
cerrada, cuya respuesta sea una derivación lógica y natural
sino que quedan abiertas para que el espectador, activo e involucrado, tenga
el placer reflexivo de generar su propio final.
Verónica Iriarte y Lisandro Aguilera sugieren, mediante el lenguaje
del arte, volver a pensar el mundo de la infancia con una actitud crítica
y comprometida que pueda, tal vez, inducir a plantearnos un cambio a través
de sus propios interrogantes.
Verónica Iriarte
Nació en Buenos Aires en 1972. Es profesora nacional de dibujo y pintura
egresada del Consejo Superior de Educación Católica. Asistió
a los talleres de Adolfo Nigro, Juan Astica, Miguel Angel Bengoechea y Carolina
Antoniadis. Participó de los Salones Nacionales de Pintura Fundación
Avón 2007 y 2008 y del Salón Nacional Quinquela Martín
2007 y en varias exposiciones colectivas.
Lisandro Aguilera
Nació en Buenos Aires en 1977. Es profesor nacional de bellas artes
egresado de la Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón.
Asistió a los talleres de Rafael Gil, Hermenegildo Sábat, Etel
Wainer y Jorge Macario. Realizó clínicas de obra con Ana María
Battistozzi y con Eduardo Mac Entyre. Participó de los Salones de Artes
Plásticas Manuel Belgrano 2008 y 2009. Sus últimas exposiciones
fueron Puzzle´s Life en Galería Pabellón 4,
Artoons for sale en el Centro Cultural de España en Buenos
Aires, Diálogos con Leonardo en el Espacio de Arte Eseade.