Se viene una agenda de negociaciones que incide en el comercio internacional


 

Por Félix Peña
Diario La Nación
Noviembre 2021

 

La agenda de negociaciones comerciales internacionales de la Argentina se está tornando muy diversa y, por ende, compleja. Lo mismo ocurre con todos los otros países, incluyendo los más grandes y desarrollados.

Se puede suponer que lo será aún más en el futuro, a la luz de los cambios que se están continuamente observando en el escenario global. Entre otros se pueden mencionar tres:

• La diversidad de cuestiones relevantes con la incidencia en las relaciones comerciales internacionales. Entre otras se destacan, en primer lugar, el cambio climático, incluyendo sus efectos potenciales sobre las economías de los países, y sobre su comercio exterior. En segundo lugar, las innovaciones tecnológicas y, en particular, el empleo más intenso a causa de la inteligencia artificial. Y, en tercer lugar, la diversidad cultural creciente de la población de países y de regiones producida, entre otros factores, por el efecto acumulado del fenómeno de las migraciones.

• El número significativo de protagonistas que son atractivos –países, empresas, personas- en el desarrollo del intercambio mundial de bienes, de servicios, de ideas y de conocimiento, con sus efectos en la multiplicidad de opciones que se generan para quienes procuran interactuar.

• La innovación constante de conceptos, modelos y paradigmas que inciden en la evolución de las relaciones comerciales internacionales, tornando obsoletas políticas e instituciones que se solían emplear para la proyección al mundo de las respectivas ventajas competitivas.

En un mundo más poblado y conectado y por ende, más competitivo, pero sobre todo más dinámico, todos los países –incluso los más grandes y desarrollados- requerirán de un continuo esfuerzo de diagnóstico sobre los cambios que se pueden observar y sobre sus potenciales efectos. Elaborar hoy políticas de inserción comercial internacional de países, de regiones geográficas, de empresas, e incluso de personas, asumiendo que todo está o podría estar igual que antes, no parece entonces algo recomendable. En el marco de lo antes señalado cabe abordar, en una perspectiva de la Argentina, la cuestión de la agenda de negociaciones internacionales con incidencia en el comercio exterior del país.

Sin perjuicio de otros, dos frentes aparecen como prioritarios en lo más inmediato, esto es durante el resto de este año 2021 y en el año 2022. Son prioridades, sin embargo, que deben ser objeto de continua revisión y actualización.

Un primer frente prioritario es el de las negociaciones en el sistema de comercio mundial institucionalizado en la Organización Mundial del Comercio (OMC). La Duodécima Conferencia Ministerial tendrá lugar en Ginebra los días 30 de noviembre al 3 de diciembre próximos. Es la primera que se realiza desde la de Buenos Aires en el 2017y desde la designación de la nueva Directora General, la nigeriana Ngozi Okonjo–Iweala.

Entre los temas pendientes en la agenda de la OMC, está el del pleno restablecimiento de la vigencia de su mecanismo de solución de controversias, incluyendo las reformas que eventualmente se consideren necesarias. Quedó de hecho paralizado tras el cuestionamiento efectuado por el gobierno del Presidente Donald Trump. Ello ha afectado el alcance de un sistema de comercio internacional que se supone que está orientado por reglas que efectivamente se cumplen.

Un segundo frente prioritario es el del Mercosur. A mitad de diciembre próximo debe realizarse la reunión del Consejo y la Cumbre de Presidentes. Como siempre son varios los temas a abordar. Pero entre ellos se destacan por su importancia relativa, el del nivel de protección resultante del arancel externo común y el de las negociaciones comerciales con terceros países que no son miembros de la Aladi.

La reunión de diciembre es una oportunidad para restablecer un grado de credibilidad en la eficacia del Mercosur como ámbito para el trabajo conjunto entre sus países miembros. Por momentos ella aparece afectada por el comportamiento de sus países miembros en cuestiones relevantes para su funcionamiento, tales como las de la efectividad de su arancel externo común, y de la posibilidad de que países miembros individuales puedan concluir acuerdos comerciales preferenciales bilaterales con terceros países. La reunión de diciembre podría ser, por lo demás, una oportunidad para encauzar la visión de los países del Mercosur con respecto a sus negociaciones comerciales internacionales con los tres grandes protagonistas del comercio mundial, y que son los EEUU, la UE y China.

Por su indudable importancia en el desarrollo del comercio internacional, lo natural sería que el Mercosur aspire a tener acuerdos comerciales preferenciales con cada uno de esos tres protagonistas. Con la UE ya se inicialó un acuerdo, tras treinta años de conversaciones y de negociaciones, pero hasta el momento no se ha podido avanzar en su conclusión final. Con los EEUU se dio un primer paso con la conclusión, en 1991, de un acuerdo “4 más 1″, pero luego no se retomaron las conversaciones orientadas a un acuerdo formal de libre comercio. Y con China, el Mercosur nunca respondió formalmente a dos propuestas que en su momento Beijing planteó para negociar un acuerdo de comercio preferencial.

Quizás ha llegado el momento de que el Mercosur formalice su objetivo de desarrollar una agenda de negociación de acuerdos de comercio preferencial con cada uno de los tres grandes protagonistas del comercio mundial.

¿Será la Cumbre de Brasilia la oportunidad?